Como se suele decir, "un año más, un año menos"... ¿hemos vivido un gran año, cargado de experiencias, o se nos ha pasado un año?
Esperamos que todos tengáis la sensación de haber vivido el que acaba en toda su plenitud. Para nosotros así ha sido gracias a vosotros; pero sobre todo nos alegra tener la seguridad de que también exprimiremos el próximo lo más posible!
Habéis hecho de 2018 otro año increíble, en el que empezamos buscando bichejos imposibles en Anilao ("esos bichos raros que se arrastran por la arena"), nos hemos perdido por las selvas de Costa Rica, hemos buceado los mejores cenotes de México y nadado con tiburones ballena; hemos tenido nuestras diferencias con los tiburones longimanus cariñosones en la ruta Sur del Mar Rojo, o con enormes barracudas en Tailandia en la inolvidable Richelieu Rock. Nos hemos dejado a gente en islas (pero hemos vuelto a por ellos!!), cosido heridas con agujas de coser y tapones por dedal, hemos agarrado en el último momento a gente picando a por mantas enormes, hemos visto llover en La Azohía ("en la Azohía nunca llueve"), pastar posidonia a vaquitas suizas demasiado crecidas, peces luna donde nunca había habido (o siempre estaban, pero nunca aparecían); pero sobre todo, hemos visto a mucha gente que ha empezado en esto "por probar" cambiar su mirada hacia la fascinación una vez que aprenden a bucear y bajan en su primera inmersión.
Se han instaurado nuevas costumbres, como hacer fotos a traición a todo el que se duerma plácidamente o colgar un pollo de plástico de la grifería a quien cometa alguna imprudencia o despiste buceando (nuestro amigo Humphrey va a ser otro protagonista indiscutible en 2019). Hemos hecho nuevos amigos, y esperamos añadir muchos más... porque comienza otro año nuevo, con nuevas salidas nacionales, viajes internacionales y cursos de buceo para el niño y la niña.
Gracias por seguir acompañándonos!