Nos tiramos agua, y efectivamente, tal como esperábamos, era verde. Apenas veía mis aletas. En este momento, confesaré que por unos segundos, mis sentimientos alcanzaron el arrepentimiento: no tenía ninguna referencia, todo era verde, no veía nada, iba a aparecer en cualquier momento, de cualquier sitio, no lo iba a ver hasta que estuviera encima de mi… y no podía alegar nada en mi defensa, sabías a lo que venías, ¿qué esperar de un punto de buceo que se llama “El gran susto”?

Alcanzar el fondo me dio tranquilidad, la visibilidad no era buena pero mejoraba sustancialmente la de la superficie. Había mucha vida. Disfrutaba. Comenzaba la búsqueda, que en la primera inmersión resultó infructuosa, pero, si quedaba alguna duda, la aparición de un enorme banco de “Golden rays” durante la parada de seguridad, hizo que valiera sobradamente la pena. El blanco de su parte inferior, apareciendo rítmicamente es difícil de olvidar, el banco abarcaba cuanto alcanzábamos a ver.

De vuelta al barco, ante la falta de éxito, la limitada visibilidad, y las malas expectativas debidas al mal tiempo de días anteriores, el guía nos ofreció abortar y cobrarnos sólo esa inmersión. Ese era el único día que podía intentarlo, había ido a jugar, y quería jugar. Volvimos al agua por unanimidad. Y al poco de alcanzar el fondo, fue él quien nos encontró, no olvidaré el momento en el que el tiburón toro apareció del azul, se acercó a nosotros y nos comenzó a rodear. ¿¿Gran susto?? ¡En absoluto! La tranquilidad que inspiraba aquel gran tiburón, nadando pacíficamente en su estación de limpieza, era tan inmensa como la felicidad que sentía en aquel momento.

PERO, ¿QUÉ ES UN TIBURÓN TORO?

El tiburón toro es Carcharhinus leucas, porque aceptémoslo, hemos perdido la batalla, si es que alguna vez la hubo. Tradicionalmente (y con gran sentido común) en España, en la literatura, se venía denominando tiburón toro al Carcharias taurus, reservando al C. leucas  nombres comunes como “sarda” o “lamia”. Sin embargo en inglés, se vino a denominar “bull shark” por su fuerza e imponente apariencia al leucas. Nombre que obviamente se ha impuesto. A día de hoy, probablemente los nombres más comunes serían “Bull shark” o “Zambezi”, nombre habitual en África, que deriva del río Zambezi, haciendo referencia a la fascinante costumbre de este escualo de visitar aguas dulces río arriba, como veremos más adelante.

Estos impresionantes animales miden en su madurez unos 2,4m. de longitud y pesan unos 130 kg, aunque pueden alcanzar los 4m. y los 300kg. Como es habitual en los tiburones, las hembras son más grandes que los machos. Pueden vivir unos 17 años.

Se trata de un tiburón de aguas superficiales, y aunque puede bajar a los 150m., suele encontrarse en los 30 primeros metros. Así pues, frecuenta zonas costeras, poco comunes, compartiendo hábitat con bañistas, surfistas… esa es la razón por la que a menudo lo encontramos en listados (demasiado sensacionalistas) de los tiburones más peligrosos, por detrás del tigre y del omnipresente (en las listas, que en lo océanos ya tenemos pocos) tiburón blanco. ¿Quién ha hecho esas listas? Yo os lo diré, alguien que no ha buceado con longimanus.

DISTRIBUCIÓN

Se distribuyen por la mayor parte de océanos calientes y templados del planeta:

No entraremos a detallar los países en los que se le ha avistado, pero avanzaremos que en la lista, aparecen, curioso, países como Bolivia, sin costa.

No está probada su presencia en España, aunque es probable su presencia en Canarias. Sí está  probada su presencia en Marruecos.

Y es que no sólo habita los océanos. No podremos decir que es el tiburón rey del agua dulce, porque esa denominación se la reservamos al género Glyphis, interesantes y poco conocidos tiburones que viven íntegramente en agua dulce, pero si es, con gran diferencia, el tiburón de agua salada que más penetra en agua dulce.

Nada río arriba en numerosos grandes ríos, como el Misisipi, el Ganges o el Amazonas, donde ha llegado a remontar 4.000 km hasta alcanzar Perú y Bolivia. Esto produce situaciones paradójicas, no sólo ataques, capturas, o avistamientos río arriba lejos de la costa, sino cosas como tiburones toro en las calles durante grandes inundaciones (reportadas en el norte de Australia, no confundir con los habituales “fakes” que rondan la web), que se describa como remontan rápidos, cual salmones, para alcanzar el lago Nicaragua, o que en Australia, exista un Club de Golf en el que se quedaron aislados tras unas inundaciones, 6 tiburones toro, que habitan su lago.

Aunque las teorías evolutivas del cuello de botella, y los cambios fisiológicos, de tipo osmótico, con alteraciones en salinidad y la urea son interesantes, exceden la finalidad de este texto. Nos quedaremos con que se han adaptado fisiológicamente para soportar agua dulce, y que suelen entrar en los ríos para dar a luz, donde las crías encuentran un ecosistema sin depredadores donde poder crecer antes de volver al océano.

BUCEAR CON TIBURONES TORO

El buceo con tiburones toro no es peligroso. Son animales tranquilos, y los excepcionales ataques a buceadores reportados, son sufridos por las personas que les alimentaban en sesiones de feeding.

Pese a ello estamos ante poderosos animales salvajes, por lo que deberemos seguir las normas que nos comunique el centro con el que estemos, sin dejar de lado el sentido común: no tocar nunca, evitar ciertos trajes con reflejos plateados, no ir en camiseta o “shorty”, no acercarse demasiado al cebo, identificar si los tiburones se ponen nerviosos…

La mayor parte de ataques de tiburón toro, y a los que debe su reputación, se debe a ataques a bañistas en ríos y playas, o a surfistas, presas mucho más llamativas para este depredador.

DÓNDE BUCEAR CON TIBURONES TORO

Playa del Carmen, en México, se ha impuesto en los últimos años como el destino perfecto para bucear con tiburones toro: la buena visibilidad y agradable temperatura de sus aguas, lo hacen un lugar ideal para bucear con estos magníficos tiburones, que visitan estas aguas de Noviembre a Marzo antes de migrar hacia el norte.

Algunos centros de buceo realizan feeding (alimentación de los tiburones) o chuming (se tiran restos y cebo al agua, para atraer a los tiburones, pero sin que estos coman); otros ofrecen las inmersiones sin ningún tipo de cebo.

El otro de los puntos conocidos, específicamente para tiburones toro, son las Islas Murciélago, en el norte del Pacífico costarricense, en donde se encuentra el punto de inmersión “el gran susto” que se describe al inicio de este artículo. Se trata de una estación de limpieza de los tiburones, sin que se atraiga a los mismo de ninguna manera.

Terminando con los lugares específicos para tiburón toro, tenemos también Santa Lucía en Cuba, donde se atraen con feeding.

Dada la extensa distribución del tiburón, y su hábitat cerca de las costas, podemos encontrarlo en muchos otros lugares en los que se hace feeding, junto a otros tiburones, como Sudáfrica, Bahamas o la famosa laguna de Beqa, en Fidji.

Si estás deseando ir a verlos en su hábitat igual que nosotros... tienes una excelente oportunidad en el próximo puente de diciembre! Si tienes días de vacaciones, vente con nosotros a Playa del Carmen aprovechando el puente, infórmate aquí!  

Links de interés:

• Fishbase.
• Vol.4. Sharks of the world. An annotated and illustrated catalogue of shark species known to date. Part 2. Carcharhiniformes
• Shark-Infested Australian Golf Course Believed to Be World's First