El año 2023 ha sido un año intenso en Oceania, como siempre con bastantes viajes y salidas nacionales, pero sobre todo ha sido un año marcado por El Niño. Para los menos familiarizados con este término, El Niño es un conjunto de fenómenos atmosféricos que cada pocos años (entre 3 y 8) llega a su pico causando intensas precipitaciones, inundaciones, episodios de sequía, y, en resumen, inestabilidad continuada en todo el mundo pero sobre todo en la zona intertropical ecuatorial.
¿Y a nosotros, dónde nos gusta más viajar a bucear? Pues justamente en esta franja más afectada por El Niño, que este año ha llegado a unos de sus puntos álgidos del presente ciclo.
Afortunadamente la cosa no ha llegado a mayores, pero sí hemos notado claramente sus efectos en varios de nuestros viajes; por ejemplo, con el calentamiento generalizado de la temperatura del agua de entre dos y cuatro grados. En Cabo Pulmo nos llevó a tener el agua mucho más turbia de lo habitual para la época (entre octubre y diciembre debería haber 25 metros de visibilidad... y difícilmente llegábamos a 10); el agua más caliente provocó una mayor afloración de algas, que al descomponerse dejan amplias zonas verdes y casi grumosas.
Adicionalmente algunos de nuestros animales favoritos son más aficionados a las aguas templadas, por lo que cuando sube demasiado la temperatura se mantienen a mayores profundidades donde el agua está un poco más fresca, dificultando que podamos disfrutar de su presencia en nuestros buceos.
En este viaje por Baja California además de los efectos citados en el mar, también sufrimos una demora de varios días en nuestra llegada a Madrid, al arrancar un huracán fuera de su “temporada habitual”, y justo cuando debíamos volver, que nos dejó estancados en La Paz con el consiguiente desbarajuste hasta que se reasignan las plazas de avión para todos, etc... menos mal que el grupo estaba compuesto de algunas de las personas más positivas y geniales del mundo, que hicieron de este contratiempo una aventura de la que salimos todos reforzados (aunque con algunos días menos de vacaciones "forzosas").
También en Playa del Carmen pudimos notar estos efectos, con una semana con cielos prácticamente cubiertos todo el rato, lluvias torrenciales intermitentes (más de lo habitual) y temperaturas algo más bajas de las esperadas para la zona en esa época.
Otra de las incógnitas era cómo iban a seguir evolucionando los vuelos, tras un periodo post-pandémico con muchas compañías con problemas, y la subida generalizada de los combustibles tras la ocupación de Ucrania que fue la puntilla para un sector bastante tocado. Pues aquí no ha habido grandes sorpresas, los vuelos a cualquier destino han visto su precio incrementado cerca de un 20%, con los incrementos continuados antes de lo habitual (los vuelos internacionales empiezan a subir a cuatro meses de la fecha de salida, cuando antes era a dos meses aproximadamente), unido a que los cambios de horarios o cancelaciones de rutas han sido constantes a pocas semanas del vuelo, sin opciones... lo que nos ha confirmado más que nunca en la necesidad de contar con una buena agencia de viajes que nos apoye en estas tareas, cada vez más complicadas.
Pero como todo tiene un final… al menos en lo tocante al Niño, se supone que durante este mes de enero el pico llega a su fin y en breve podremos volver a tener un poco más de estabilidad atmosférica. Esperemos que sea así, porque a pesar de que empezaremos más tarde lo habitual (en Komodo en Semana Santa), tendremos un año igualmente cargadito; en breve os detallaremos un poco más las fechas previstas para Anilao, Mar Rojo, Maldivas, o Bali!
De momento, os dejamos con un vídeo resumen de este fantástico 2023, gracias a todos por hacerlo posible!