Tailandia ofrece algunas de las mejores experiencias que un viajero puede encontrar; playas semi desiertas, cultura ancestral en cada esquina, precios bajos, gente amable, buena comida... Tanto si tu apuesta es por el norte, o por la zona del Golfo (las islas de Koh Tao, Koh Phangan o Koh Samui) o por el mar de Andaman (Similan o Surin), pasar unos días en Bangkok es casi obligatorio.
Visitar los templos de amanecer, buda reclinado o buda de oro, o pasar un día en el antiguo reino de Siam (Ayutthaya); perderte por el barrio chino, cenar en sus calles, o despedirte con unas compras en Chatuckak, el mayor mercado del mundo; ir a un combate de muay thai, perderte por la noche de Bangkok... y en definitiva aprovechar las mil y una opciones que ofrece la ciudad, antes de seguir camino.
En nuestro caso seguir camino implicaba llegar a las costas de Khao Lak, donde tras un par de días de relax nos embarcaríamos en un crucero de cinco días rumbo a la reserva de las islas Similan, continuando en Koh Bon, Koh Tachai, hasta llegar a la mítica Richelieu Rock y vuelta... con el Boomsung Wreck (un pecio al que llaman "sopa de peces"...) como colofón final.
Os dejamos un vídeo resumen de nuestras inmersiones por allí;
Y aquí tenéis el vídeo completo recuerdo especial para los viajeros, con los días previos al crucero pasados en Bangkok y las inmersiones en formato "diario de buceo"...
Estamos ya planificando el salto de 2018, si te apetece venirte contacta con nosotros cuanto antes y te damos detalles!